La madera curada por el tiempo, por el aire y por el agua salada, puertas que abrieron por primera vez a cada visitante entusiasmado, cierres tristes de sueños que tuvieron que abrirse paso en otro lugar, barcas que volvieron llenas de esperanza a puerto, letras que bailan al son de trompetas, telas que cobijan casi todo...
Ayer estuve sentada en una butaca escuchando músicas asiáticas, mirando ventanas y contraventanas sabiendo que detrás de cada reja, de cada veladura en forma de puntos y rayas significa: acércate y mira más allá, mira con curiosidad.
Y allí está ella con sus intensos colores que explotan en una sonrisa y una voluntad perenne haciendo que nuestros ojos ademas de ver, sientan el tacto del tiempo.
Paukf
Para Beatriz Arroyo, painter
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